El laberinto perfecto

El mapa 

Ahora sí sabemos que de los 9000 presos que fueron liberados en el año 2022, 6300 volverán a delinquir en un plazo de tres años. Esto situación implica, querida gente, que si los delitos cometidos por estas personas se distribuyeran uniformemente entre los 1095 días contenidos en esos tres años, tendríamos 6 delitos por día, un delito cada 4 horas. (1)

Cualquiera debiera comprender sin más que la reincidencia es un problema gravísimo y muy extendido de seguridad ciudadana, de convivencia, como guste usted llamar.

Sin embargo, las políticas públicas en materia de justicia y seguridad de nuestro país, no parecen haber tomado nota del "mesejante problemún".

En efecto, acompáñeme y vea; si uno estudia las últimas tres leyes de presupuesto y las rendiciones de cuentas comprendidas en los últimos 14 años (2010/2023) advertirá (¿con dolor/resignación/estupor/ todo junto?) que las normas referidas al fortalecimiento de las políticas post penitenciarias como componente clave en el conjunto de medidas que deben articularse para prevenir el delito, son casi que inexistentes.

No quiero aburrirlos gente, de modo que les resumo mis hallazgos: 

1. una norma referida al cambio de denominación de la agencia responsable de efectuar la política pública: dejó de llamarse Patronato Nacional de encarcelados y liberados y pasó a llamarse DINALI, Dirección Nacional de apoyo a liberados. (2)

2. tres normas referidas al cambio de dependencia de la agencia: en 2011 el Patronato fue integrado al INR. En 2015, la ya DINALI, pasa a depender de la Dirección General de Secretaría del Ministerio del Interior, y poco tiempo atrás se saca la DINALI del Ministerio del Interior y pasa al Ministerio de Desarrollo Social.

3. Una norma referida a la creación de una fundación de apoyo a las actividades de DINALI.

4. En 2018, una norma referida al incremento presupuestal (¡aleluya!!!!!) que se encontraba congelado desde 2010 (si, desde 2010). (3)

5. En el 2022, una norma referida al aumento del sueldo de la Dirección General de la DINALI, que hasta ese entonces aún siendo una Dirección Nacional del Ministerio del Interior ganaba la mitad que otras direcciones nacionales.(4)

Y esto es casi, casi, todo. Para 14 años, tres leyes de presupuesto, sus respectivas rendiciones de cuentas y un problema que se agravó, complejizó y extendió a dolorosos límites que ni contarles tengo, parece muy poco, casi que nada. Política pública sin expresión presupuestal, no es política ni pública.

Seguimos entonces, con la agencia encargada de llevar adelante una política política pública relevante para el futuro del país, sin:

  •  una definición precisa de sus cometidos.
  • un diseño claro y explícito de su programa de trabajo.
  • un diseño claro, explícito y presupuestado de la estructura política, técnica y administrativa que se requiere para desarrollar su programa de trabajo y dar, tanto como le resulte posible, fiel cumplimiento a los cometidos que se le asignen.
En síntesis, precisamos un Fórmula Uno y tenemos un Ford T. Inadmisible. 
¿Qué diría usted si el Ministerio de Salud Pública para atender la política de salud del país no tuviera claro qué hacer, ni cómo hacer y sólo dispusiera de tres médic@s, un/a enfermer@, una policlínica y una ambulancia maltrecha? 
¿O qué diría de un Ministerio del Interior sin norte alguno, con 74 policías y dos patrulleros?
Inconcebible verdad. 

Una nueva noche fría en el barrio

Hasta donde mi entendimiento de viejo alcanza a comprender, este ninguneo autodestructivo y atentatorio del bien común ocurre porque son asuntos del pobrerío. Todas las agencias del país que se ocupan del pobrerío adolecen de las mismas carencias y de algunas otras sobre las que elijo ahora no explayarme.

Lo que hierve la sangre de aquellos que seguimos con atención estos temas pero al mismo tiempo funge de motorcito interior, es advertir que nuestro país está en condiciones, mañana mismo si quisiera, de revertir todo este sin sentido doloroso. Quizás, como ningún otro país de la región. No ya sin aumentar el costo del estado (podría ser una legítima preocupación) si no abaratándolo. Quiero decir y creo poder demostrar: además de infinitamente más humana y esperanzadora, la vuelta a la vida en comunidad es mucho más barata que la vuelta a la cárcel.

Ts´ui Pen  (5)

Tiempos de promesas aroman el aire. Se renueva entonces la ilusión de que podamos juntos encontrar la salida de este laberinto perfecto en el que nos hemos metido. Y si así no fuera, a seguir peleando porque más temprano o más tarde lo justo, justo cauce encuentra.

Nuestras ergástulas (6)

Debe saberse también: no habrá potentes y robustas políticas post penitenciarias sin cárceles más razonables que las que tenemos. Pero, esa es harina otro amargo costal.

Jaime Saavedra
Enero 2024

(1) Por suerte nuestro país empezó a medir la reincidencia. El estudio hecho todavía no es útil ni para el trabajo penitenciario ni para el post penitenciario. Pero, por lo menos arrancamos y tenemos idea de dónde estamos parados. Comparto el estudio hecho el año pasado por el Ministerio del Interior y un artículo sobre el tema de la reincidencia que escribí años atrás en este mismo blog.

https://latecnologiadelamor.blogspot.com/2020/08/de-la-brujeria-la-medicina-medir-la.html

https://www.gub.uy/ministerio-interior/comunicacion/publicaciones/reincidencia-penitenciaria

(2) Hay un evidente problema de género en esta denominación que no fue advertido por l@s legisladores/as: solo se apoya a "los liberados"?

(3) No se alegren demás; lo que en el 2018 se dio en el 2020 parcialmente se quitó.

(4) Esto felizmente se resolvió (parcialmente a mi juicio) cuando pasó al MIDES.

(5) Personaje de un cuento de Borges, El jardín de los senderos que se bifurcan, que renuncia a todos sus poderes temporales para construir un laberinto en donde todos los hombres se perdieran.

(6) Cárceles subterráneas de la Antigua Roma donde se tenían prisioneros a los esclavos.  

https://youtu.be/a6a2LhKQJ7Y?si=1GsrQYdV9cD2l-ZP

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